lunes, 3 de septiembre de 2007

Las parejas que hacen acuerdos...pueden fracasar.



El amor de un matrimonio, no es un negocio
. Alguna vez oí a una pareja de novios que antes de su boda decían: "Nosotros ya nos pusimos de acuerdo... él, -decía la novia-, va a lavar los trastes, y yo tenderé la cama -decía ella-. Él cocinará los sábados y domingos, y yo entre semana". Y así, mencionaron una larga lista de acuerdos.

¡Vaya! eso me pareció más bien un contrato de negocios donce cada una de las partes se obliga a cumplir con determinadas tareas. EL AMOR NO SE NEGOCIA.

Cuando una persona ama de verdad entrega todo incondicionalmente. Me pregunto, ¿qué pasaría si alguno de los dos no cumple lo que prometió, por ejemplo, si él dijo que lavaría los trastes y no lo cumple? Quizá su pareja le reclame y diga: "Oye, tu dijiste que lavarías los trastes..." y seguramente se iniciaría una larga discusión.

Ama a tu pareja y acéptala como es, nunca negocies con el amor; si la amas de verdad no te importará incluso renunciar a tus gustos y comodidades.

viernes, 17 de agosto de 2007

jueves, 16 de agosto de 2007

No la invites a tu matrimonio...


Me refiero a la soberbia. La soberbia es capaz de hacer fisuras en la relación de una pareja que con el tiempo van creciendo hasta convertirse en grandes rupturas que pueden ser muy difíciles de reparar.

La soberbia es, diría un autor, el pecado que más estragos produce en el ser humano. El orgulloso es esclavo de su egoísmo, está ciego y sordo para todo lo que no sea él, quiere bastarse a sí mismo. Y en su locura llega hasta prescindir de Dios.

El matrimonio que quiera llegar hasta el final de la meta y encontrar la felicidad plena, debe luchar seriamente contra este vicio.

sábado, 11 de agosto de 2007

Saber esperar...


Uno, otro, y otro más... Los caprichos de los hijos parecen no tener fin.

Se aferran a algo y no escuchan razones, quieren las cosas en el momento, quisieran ser los primeros en atención antes que cualquier otra persona, quieren imponer su voluntad sin ver lo que conviene en ese momento.

Tratamos de corregirlos y esperamos resultados inmediatos...no es posible que esto suceda así.

Si nosotros adultos, con más conciencia de la vida, caemos en estos mismos caprichos y no entendemos "a la primera" cuando cometemos errores, no esperemos resultados inmediatos en la educación de los hijos.

Me parece que ante estas situaciones deberíamos tomar dos actitudes:

1. Corregirnos primero nosotros mismos como padres y madres de familia y
2. Saber esperar. La paciencia logra resultados más efectivos aunque no tan inmediatos.

lunes, 30 de julio de 2007

Si fuéramos como niños....

Seguramente tendríamos otra actitud ante los problemas de la vida si tuviéramos la confianza de un niño...