sábado, 11 de agosto de 2007

Saber esperar...


Uno, otro, y otro más... Los caprichos de los hijos parecen no tener fin.

Se aferran a algo y no escuchan razones, quieren las cosas en el momento, quisieran ser los primeros en atención antes que cualquier otra persona, quieren imponer su voluntad sin ver lo que conviene en ese momento.

Tratamos de corregirlos y esperamos resultados inmediatos...no es posible que esto suceda así.

Si nosotros adultos, con más conciencia de la vida, caemos en estos mismos caprichos y no entendemos "a la primera" cuando cometemos errores, no esperemos resultados inmediatos en la educación de los hijos.

Me parece que ante estas situaciones deberíamos tomar dos actitudes:

1. Corregirnos primero nosotros mismos como padres y madres de familia y
2. Saber esperar. La paciencia logra resultados más efectivos aunque no tan inmediatos.

No hay comentarios: